El proceso de elaboración del vermut es una combinación artística de ciencia y tradición, perfectamente diseñado para crear una bebida aromatizada y fortificada única. Aquí te explico cómo se elabora el vermut de manera simplificada, integrando las variaciones que dependen de su origen geográfico y los tipos específicos como el vermut blanco, vermut seco y vermut rojo.
1. Selección y Preparación del Vino Base: Todo vermut comienza con un vino base, que usualmente es un vino blanco. Este puede ser un vino común o un mistelle, que es una mezcla de jugo de uva y un destilado de uva para prevenir la fermentación completa y mantener cierta dulzura natural.
2. Fortificación: El siguiente paso es la fortificación del vino. Esto se hace añadiendo un alcohol destilado, generalmente brandy, para aumentar el contenido alcohólico. Este proceso no solo preserva el vermut sino que también prepara la base para la infusión de sabores complejos.
3. Aromatización con Botánicos: Aquí es donde el vermut realmente adquiere su carácter. Se infunde el vino fortificado con una variedad de hierbas y especias. La única constante en todas las recetas de vermut es la inclusión de alguna forma de artemisia, como el ajenjo. Otras hierbas comunes incluyen lavanda, rosa, marjorán, y jengibre; especias como canela, cardamomo, y vainilla; y cáscaras de cítricos y raíces como el regaliz y la angélica.
4. Maceración: Los botánicos se maceran en el vino fortificado, un proceso que puede variar en método (infusión en caliente o frío, maceración prolongada) y en duración, desde unos pocos días hasta varios meses, dependiendo del perfil de sabor deseado.
5. Endulzamiento y Coloración: Especialmente en los vermuts rojos y algunos blancos, se añade caramelo no solo para ajustar el color sino también para añadir un toque de dulzura y notas aromáticas. Algunos productores también utilizan mistela, que es mosto de uva fortificado, para endulzar sus vermuts.
6. Filtración y Reposo: Una vez que el vermut ha adquirido todos sus sabores, se filtra para eliminar los sólidos y se deja reposar. Este reposo puede variar, pero usualmente se extiende por varias semanas o incluso meses en tanques de acero antes de ser embotellado.
7. Embotellado: Finalmente, el vermut está listo para ser embotellado y vendido. Algunos vermuts pueden ser embotellados directamente después de la filtración, mientras que otros pueden beneficiarse de un envejecimiento adicional.
Este proceso, aunque varía ligeramente entre diferentes productores y regiones, captura la esencia de lo que hace al vermut una bebida tan apreciada y versátil, perfecta tanto para ser disfrutada sola como en cócteles clásicos como el Martini y el Negroni